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Hoy se ha presentado el informe ‘La soledad en España’, patrocinado porFundación AXA y Fundación ONCE, “el estudio más ambicioso realizado hasta ahora en España sobre la soledad”, según ha afirmado Jean Paul Rignault, CEO deAXA España y presidente de Fundación AXA, quien asegura no querer demonizar la soledad, “es un sentimiento con el que también tenemos que aprender a vivir y a disfrutar. El problema es cuando es un sentimiento prolongado y no buscado”. A Jean Paul Rignault le han acompañado en la presentación, Miguel Carballeda, presidente de ONCE y su fundación, y la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, que ha querido hacer hincapié en que la soledad es un problema social que “crece vertiginosamente”, y cuya incidencia es especialmente intensa entre las personas con discapacidad.
Las conclusiones del estudio las han desmenuzado el profesor Juan Díez, que ha dirigido el proyecto, y su coordinadora, María Morenos. El informe contiene dos investigaciones, una de ellas realizada con una muestra de 1.206 personas representativas de la sociedad española, y otra de 320 personas con alguna discapacidad. Entre los datos a destacar: un 19,5% de los españoles vive solo y un 80,1% acompañado, proporciones que en el caso de las personas con alguna discapacidad son del 18,4% y 79,7%, respectivamente. De las personas que viven solas, un 59,5% de la muestra global dice que lo hace voluntariamente, mientras que en el caso de los discapacitados es del 57,6%. En general, un 7,9% de los españoles mayores de 18 años vive solo por obligación. Los ‘solos voluntarios’ son los que presentan el valor más alto de sociabilidad, tanto en la población española global como entre las personas con alguna discapacidad.
El estudio contiene un Índice de Soledad, que varía desde un mínimo de 0,7 puntos para las personas que viven acompañadas de cónyuge y/o hijos (‘acompañados nucleares’) a 1,9 para las personas que viven solas por obligación en la muestra de la población española global; y varía desde el 1,9 para los ‘acompañantes nucleares’ a 3,6 entre los ‘solos obligados’ en la muestra de personas con discapacidad. La pauta es la misma en ambas investigaciones: hay mayor soledad entre los que viven solos por obligación; pero la soledad es mayor para el colectivo de discapacitados que para la población española global.
Un decálogo contra la soledad
El informe insiste en la diferencia que existe ente el concepto de aislamiento social y soledad: “se puede estar socialmente aislado y no sentir soledad; y estar socialmente muy acompañado y sentirse solo”. Los factores que más influyen en la soledad de los españoles en general son elestado civil, los ingresos mensuales y el tamaño del municipio. Sin embargo, para los que más sufren la soledad (‘solos obligados’), lo que más les afecta es el estado civil, el sexo y lasituación laboral. Y tener pareja o no es el factor más significativo para explicar la soledad dentro del colectivo de las personas con discapacidad.
La presentación se ha cerrado con el ‘Decálogo contra la soledad’: vivir acompañado; utilizar todos los medios para mantener relaciones sociales; mantenerse laboralmente activo todo lo que sea posible; aprender cosas nuevas; mantenerse actualizado en el ámbito de las tecnologías; cuidar las relaciones familiares y amigos; tener hobbies y pasatiempos; practicar deporte; y profundizar en uno mismo para detectar los motivos de nuestro sentimiento de soledad.